miércoles, 1 de enero de 2014

ESTATURA DE TIEMPO Y CONVERGENCIA-2009











LUNA DE TAMBORES





El candombe moreno de mi latido
en la pechera blanca de tus andamios,
tiene la pena negra, negra la pena,
corta la cuerda y desnuda tiembla
Porque tan solo el diminuto mar,
donde el amargo trópico no alcanza,
bebe la lengua azul del fauno río,
en tamboril queja, negra de arena
Tengo la negra pena en sudor sin fruto,
y un cuerpo, con la doble vertiente de tambores,
viento de arena queja, negra la arena,
como pieza de seda, la noche negra.





QUEJA DE UNA TRISTE QUENA





El ave queda quieta, silenciosa, muda...
a veces olvida, olvida que respira,
huérfana quena de los ojos llanos,
cordillera amante absorbida de humus.
Por el camino del Inca, como camisa de fuerza.
en anacos de alto cerro, exiliada en su embriaguez.
extravía a golpe sordo lo proscrito en finas sedas,
en la esquizoide absurda de encarnizados vientos.
No es más que una alondra de estructura amorfa,
como caña inmadura, un trago roto humeando.
No es más que un eco de distancias turbias,
una raíz multiforme en vida




MUJER
 pintura de Oswaldo Guayasamín
Me miro, me creo y me recreo
                           Soy mujer
no por mi condición de parir
no por mi condición de amamantar
                           Soy mujer
por mi condición de rugir como leona
y acunar tu ser en la ternura de paloma
Me miro y me admiro
                            Soy mujer
Por fecundar el fruto de la tierra cobriza
Por parir mis sueños en la espalda del río
Por verter fuego y alondras a mis críos
Por el hecho de transgredir mi vida
a la libertad de la vida tuya
Soy mujer
por el hecho de parar la guerra
en la trinchera de la inmisericorde pobreza
con un trozo del alma mía,
con unos ojos que llueven ternura
Soy mujer…
por el hecho de desatar tus sandalias,
porque llevo la insignia de mi guerra
prendida en la antorcha solidaria
con mis pechos al aire,
con mis manos cual molino de trigo
emergiendo la savia, flor que renace
a la luz de la verdad y la justicia
Soy mujer…
Porque se armonizar el sonido
               de las ollas huecas
Porque se llorar con la pena tuya
Porque enjugo tu rostro cuando caes
Porque muero al pie de tu cruz
y extiendo las alas que cubrirán tu frío
Porque me miro, me recreo y me creo
                           Que soy mujer !!!



HOMBRE DE BRONCE

pintura de Oswaldo Guayasamín. "El clamor inmemorial"



Una como costumbre me acompaña
Llámese escarabajo de tiempo
Hombre made in Taiwán
Gran hermano, cirugía subdesarrollada.

Y me basta este espasmo de sangre usual
para morir por repetidas suertes.
¡Muerte tartamuda, inquisición humana
disfrazada en la intemperie de mi amnesia.

Bajo un epitafio de algodón de piedra
la ira en nuestra piel descansa,
y un septiembre de llanto nos invade
con su Guantánamo flagelado,
desacostumbrando amasijos de paz
por tambores de sangre en suplicio vago.


No sé si quedarme con Laura,
o victimar mi insurgencia indigna.
Pero algo hay que hacer… amor
en el manantial de estrella vacía
que torna ráfagas de dolor ceniza.

-Algo hay que hacer amor-
Mientras un cigarro importado
consume el último hálito de mis labios
un incendio inicial de esperanza
se queja, llora y queda trunco…

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